INFORMACIÓN TURÍSTICA
RIBEIRA SACRA
El término Ribeira Sacra surge a finales del s. XX para dar nombre a una D.O. vinícola que tiene los ríos Miño y Sil como ejes centrales. El origen de “ribeira” es obvio, y el de “sacra” lo adopta por la gran importancia que tiene el románico en esta zona, que presenta la densidad de edificios románicos más alta de Europa. La idea de adoptar este nombre surge de un documento encontrado en el monasterio de Montederramo en 1124 en el que se hace referencia a la “Roboyra Sacrata”.
Sin embargo, con el paso de los años, la Ribeira Sacra ha ido extendiéndose desde las escarpadas laderas de las cuencas fluviales hasta contener un total de 25 concellos del sur de la provincia de Lugo y el norte de la de Ourense que comparten mucho más que vino y románico.
Abarca una enorme extensión que se caracteriza por ser fundamentalmente rural y, además, tener una elevadísima densidad de núcleos de población. Y esto viene siendo así desde tiempos inmemoriales, por lo que, con los pasos de los milenios, se ha ido desarrollando una red de vías, caminos y senderos que unen esas localidades entre sí, alcanzando prados y tierras de cultivo y, además, comunican a esta zona con las comarcas limítrofes y con el resto del mundo. Es por eso que muchos de los caminos que todavía se transitan hoy en día, discurren sobre antiguas calzadas romanas y/o medievales, algunas de fama internacional, como el Camino de Santiago. Este cúmulo de circunstancias hacen que tanto las localidades que conforman la Ribeira Sacra como las vías que los unen, estén plagadas de vestigios de otros tiempos que se integran en el día a día de los actuales habitantes. Monasterios, iglesias, capillas, castillos, pazos, molinos, hórreos, petos de ánimas, cruceiros, hornos, puentes, fuentes, castros y, por supuesto los icónicos bancales, se encuentran repartidos por todo el territorio, por lo que podemos encontrar cualquiera de estos tesoros en cualquier recodo de cualquier camino. Si a todo esto sumamos un entorno natural único y espectacular, obtenemos un paraíso para cualquier amante del senderismo.
La naturaleza se ve enriquecida por el hecho de que la Ribeira Sacra es una zona de transición biogeográfica en la que conviven flora atlántica y mediterránea, gracias al microclima que genera su peculiar orografía combinada con la función termorreguladora de las grandes corrientes de agua. Esta característica es la que posibilita, por ejemplo, que sea posible cultivar vid y, más todavía, elaborar vinos de calidad. Pero también es la que hace que los bosques de robles y castaños se mezclen con los de alcornoques o madroños, que sea posible el cultivo de naranjos y olivos y que entre arbustos atlánticos como el brezo, el tojo o la retama, aparezcan bayas silvestres, lavanda o jara, por citar sólo algunos ejemplos.
Por supuesto, entre esa exuberante vegetación viven animales silvestres tales como corzos, jabalíes, zorros, algún que otro lobo, águilas reales y un sinfín de pájaros, anfibios, insectos y un largo etcétera de biodiversidad.
En la Ribeira Sacra hay innumerables riquezas y la mejor forma de descubrirlas, es caminándola.